La Endodoncia, popularmente conocida como “Matar el nervio”.
Es un tratamiento que limpia y desinfecta el interior del diente (los conductos ubicados en la raíz) y permite mantener este diente en boca, también el hueso y la encía que le rodea, así como su funcionalidad. Ayudando a conservar una sonrisa natural, comer con comodidad y que con un adecuado cuidado puede durar como el resto de su dentición.
La Endodoncia está indicada cuando la pulpa está afectada seria e irreversiblemente por caries profundas, traumatismos o lesiones endoperiodontales. En estos casos el diente puede volverse sensible al frío, el calor o la masticación. El dolor puede ser intermitente o constante. Incluso el diente puede cambiar de color o puede aparecer un flemón o una fístula. También podría estar aconsejada la endodoncia en dientes que requieran grandes tallados para la posterior colocación de coronas o puentes.
A día de hoy, es un tratamiento con un gran porcentaje de éxito clínico, prácticamente indoloro con los anestésicos, las nuevas técnicas clínicas y la inestimable ayuda del 3D, que nos permite ver la forma de los conductos y complementar el diagnóstico de cada caso.
Siempre la primera opción a elegir será conservar el diente natural, salvo que las condiciones mecánicas y periodontales de este diente contraindiquen el tratamiento y hay que optar por la Extracción o Exodoncia.